En un régimen carcelario como el nuestro, donde los presos con plata hacen lo que les da la gana, alguien puede dudar que la urraca no tenga un teléfono celular??. Entonces nada más ridículo que las apesadumbradas cartas que le envía al Wey ese, huy perdón Ney, a través de su revista.¡¡Gasta tu china mamita!! y dile por fono todas las tonterías que tengas que decirle.
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